En la historia existió una época en la que los roles de la mujer y el hombre estaban claramente definidos. Por un lado el sexo masculino se dedicaba a la búsqueda del alimento y más adelante era el encargado de conseguir el capital para adquirirlo. El sexo femenino ocupaba el rol doméstico basado en la limpieza, cuidado de niños, cocina y las demás actividades que involucra al hogar.
Con el avance de los años y con el cambio de la historia estos roles determinados se fueron difuminando cada vez más, concluyendo hoy en día en roles más repartidos.
A pesar de estos cambios que se ven claramente en el actuar de familias y parejas, nuestro inconsciente conserva aspectos tradicionales que son aquellos que la publicidad utiliza para vender.Un caso muy claro es el del producto Mr. Músculo.
Muestra la situación en la que una mujer ante la desesperación de encontrarse en una cocina en la que la grasa, aceite y restos de comida inundan el lugar, es sorprendida por un hombre musculoso quién le presenta un artículo de limpieza casi mágico, soñado e increíble que logra remover todo tipo de suciedad en la cocina. La mujer, cual cuento de hadas, se ve ayudada, comprendida y salvada por un hombre que la dirige a la solución.
Muestra la situación en la que una mujer ante la desesperación de encontrarse en una cocina en la que la grasa, aceite y restos de comida inundan el lugar, es sorprendida por un hombre musculoso quién le presenta un artículo de limpieza casi mágico, soñado e increíble que logra remover todo tipo de suciedad en la cocina. La mujer, cual cuento de hadas, se ve ayudada, comprendida y salvada por un hombre que la dirige a la solución.
Entonces, evidentemente, siguen existiendo y teniendo éxito este tipo de comerciales. La publicidad utiliza aspectos inconscientes del humano con el objetivo de "manipular" nuestra compra.
Por otro lado encontramos otro tipo de publicidades que dirigidas también al sexo femenino, y utilizando esta concepción tradicional de la mujer en la cocina, le dan otro valor con el objetivo de exaltar a la mujer. Como el caso de la tarjeta de crédito Women
Por otro lado encontramos otro tipo de publicidades que dirigidas también al sexo femenino, y utilizando esta concepción tradicional de la mujer en la cocina, le dan otro valor con el objetivo de exaltar a la mujer. Como el caso de la tarjeta de crédito Women
Entonces es un mismo punto de vista llevado a cabo desde diferentes perspectivas del hombre. Es decir, en ambas publicidades se ubica a la mujer en la cocina por lo que se conservan las concepciones tradicionales ya habladas, la diferencia radica en la posición que toma el hombre. En una de ellas se lo representa como un superhéroe, capaz de solucionarlo todo, y en la otra más dependiente en las tareas del hogar. Lo que no le quita a la mujer el rol de ama de casa.
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